Innovadoras TIC charla con Leticia López-Cotelo, licenciada en negocios internacionales, con másters en Cooperación Internacional al Desarrollo y en desarrollo profesional y Cofundadora de A Compartir.


Hola Leticia, para empezar estaría genial que nos contarás un poco sobre ti, y ¿como estás desarrollando Acompartir, cómo surgió la idea y cómo decidiste lanzarte?

Estudié Empresariales internacionales (E4) en ICADE y tras la carrera me fui de voluntariado a CANAT (Perú). Aunque ya había sido voluntaria en ONGs en España, es aquí donde se abrió mi corazón y empecé a plantearme trabajar en el tercer sector. Aún así, al volver a España empecé a trabajar en una empresa del sector tecnológico en donde estaba muy contenta pero mi corazón y mi cabeza seguían pensando en trabajar en algo que me motivará de verdad, y pensé que hacer un Master de Cooperación Internacional abriría mi mundo laboral a otro sector. Además, durante la carrera leí el libro de las empresas sociales de Muhammad Yunnus, desde entonces sabia que lo que quería era crear una empresa social. Poder utilizar lo que había estudiado en la carrera para ayudar a los más desfavorecidos es lo que quería, en este libro descubrí las empresas sociales y desde entonces son mi obsesión.

Acompartir surgió poco a poco. Trabajando vi que en la empresa en la que estaba había productos de merchandising que se quedaban obsoletos porque cambiaba el logo o porque el producto dejaba de existir, por lo que ya no era posible darlos, su vida comercial había caducado. Lo conté en casa y mi madre, Miriam, me dijo que por qué no los llevábamos al comedor de la Madre Teresa para dárselos a todas las personas necesitadas que acuden a diario a comer. Todos esos productos les venían fenomenal, ya que eran chaquetas, polos, camisas, todo nuevo y en perfecto estado. A partir de entonces empezó a crearse lo que más tarde sería Acompartir. Guardábamos en el garaje de casa los productos y desde ahí los repartíamos, nos fuimos enterando de que todas las empresas tenían productos que no podían comercializar por cualquier razón y pensamos, si existe un banco de alimentos, ¿por qué no existe uno de productos? Para comer utilizamos sartenes, ollas, platos, vasos…para nuestra higiene, gel, champú, desodorante, pañales…y así con todo. Si nos paramos a reflexionar cuantas cosas utilizamos desde que nos levantamos nos damos cuenta de que casi todos son fundamentales para vivir y para nuestra dignidad.

Y así surgió, Acompartir. El nombre fue de una respuesta que le dio la Madre Teresa de Calcuta a un periodista cuando le preguntó que si Dios existía por qué había pobreza en el mundo, y ella le contesto: “Porque tu y yo no compartimos.”

Cuando ya nos lanzamos a montarlo se unieron a nosotras Iciar Barturen y Claudia Pery y desde entonces las 4 hemos sido las fieles seguidoras de este proyecto.

Acompartir es un banco de productos que se basa en una plataforma logística que permite recibir productos que las empresas no quieren sacar al mercado pero que están nuevos, y distribuirlos a través de una plataforma tecnológica entre las distintas entidades sociales que atienden a las personas en exclusión. Proporciona una solución a necesidades sociales y además evita la contaminación del medio ambiente. ¿Cómo detectaste la oportunidad ofrecida por la tecnología para resolver estos retos sociales y medioambientales?

Cuando nos decidimos a crearlo fuimos a hablar con las dos principales entidades que podían sacarnos de dudas, Cáritas y el Banco de Alimentos de Madrid. En Cáritas nos dijeron que había otro proyecto parecido en Francia por lo que les contactamos y fuimos a visitar. Además, visitamos también el banco de productos de Portugal para ver como lo tenían ellos organizado.

Al final nos decidimos por hacer el modelo que se lleva en otros países, subcontratar el almacén y crear una web para que las ONGs pudieran solicitar los productos que realmente necesitasen, lo que permite llevar un control y seguimiento de los productos. Lo que hicimos fue adaptarnos y basarnos en un modelo de negocio actual.

Hasta la fecha, en casi seis años, habéis recibido unos 14 millones de productos por parte de más de 100 empresas colaboradoras, beneficiando a más de 13 millones de personas en situación de exclusión social. Este año, han evitado la destrucción de 500 toneladas de residuos. ¿En qué punto del proyecto estás ahora? ¿Cuáles son tus próximos objetivos?

Acompartir está consolidándose y todavía nos queda mucho por hacer. Las empresas nos van conociendo más y cogiendo confianza, y las ONGs van descubriendo una nueva forma de ayuda. Todos tenemos que adaptarnos al cambio y siempre buscar mejorar. Nuestro objetivo es ser el referente para las empresas, ser los gestores sociales de sus invendidos y que las ONGs encuentren en nosotros una ayuda para su actividad diaria.

Has sido galardonada con el Premio Tierra de Mujeres 2019 de la Fundación Yves Rocher por tu espíritu emprendedor, el compromiso social y medioambiental, entre otros premios. ¿Qué ha significado esto para ti? ¿Cuáles crees que han sido las claves de tu éxito?

Es el primer premio medioambiental que recibimos, ha despertado el lado medioambiental del proyecto y nos ha hecho darnos cuenta de que las empresas están cada vez más comprometidas en este aspecto.

Después de 6 años de trabajo es una recompensa para todo el equipo y nos da fuerzas para seguir adelante y animarnos a seguir haciendo nuestro trabajo.

“El éxito no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca” (N.B). Emprender no siempre es evidente… ¿Alguna vez has pensado en tirar la toalla? ¿Quéha sido lo más difícil?

No puedo estar más de acuerdo con esta frase. Los primeros años me venía a la cabeza por qué seguía con esto, que era complicado, cuando arrancaría… y te encuentras con personas que te desaniman más, pero Miriam mi madre, nos decía a Claudia y a mi que no les teníamos que escuchar, que si nosotras estábamos convencidas de que era una súper idea que teníamos que seguir adelante. Miriam es la que siempre nos ha alentado y entre nosotras nos recordábamos que Acompartir es una idea buenísima porque es ventajosa para todos los que la forman, tanto empresas como ONGs.

Lo más difícil es no desanimarse porque, aunque las cosas vayan bien, siempre hay momentos duros y sobretodo los primeros años te tienes que hacer un hueco y para eso necesitas paciencia, esfuerzo, constancia y perseverancia. La perseverancia es fundamental.

Estudiaste Ciencias Empresariales Internacionales y has trabajado en el mundo empresarial lucrativo en compañías como Microsoft y luego finalizaste un máster en Cooperación Internacional, un sector muy femenino. Sin embargo, si las mujeres protagonizan las ONG, no las dirigen ya que el 70% del personal y voluntarios de las organizaciones de cooperación españolas es femenino, pero sólo un 32% dirigen esas organizaciones. Haces parte de ese 32%. ¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en estos sectores? ¿Has notado alguna diferencia entre géneros? ¿Y en tu propia experiencia de emprendimiento?

Las fundadoras de Acompartir somos 4 mujeres porque las 4 creímos desde el principio en la idea y gracias a nuestros valores y principios conseguimos llevarlo a cabo. Creímos en ello y fue una locura lanzarse, pero una locura que otros no se han atrevido.

Lo único con lo que nos hemos podido encontrar es que en ocasiones a los hombres se les toma más en serio, si una empresa ve que hay un hombre metido en la dirección de una ONG, da la imagen de más profesionalidad. También es verdad que con el tiempo este estereotipo se esfuma, porque al final lo que cuenta es el trabajo bien hecho.

Desde tu experiencia, ¿cómo las TIC pueden ayudar a empoderar a las mujeres y fomentar su emprendimiento en el mundo?

El mundo está continuamente cambiando, modernizándose y como todos, si no nos queremos quedar atrás, las mujeres tenemos que subirnos a la ola, si te despistas un tiempo, en nada te puedes quedar atrás. Somos nosotras las que tenemos que hacernos un hueco y hacernos valer. Cada vez hay más emprendedoras y yo creo que el porcentaje va a seguir subiendo. Porque las mujeres somos valientes y para emprender hay que lanzarse.

En tu opinión ¿por qué es necesario que las mujeres tengan mayor visibilidad, como referentes, en los sectores STEAM y del emprendimiento?

La visibilidad anima a otras mujeres, eso está claro. Cuando además ves un caso de éxito piensas, yo también puedo. La cuestión es, ¿quiero?

Es fundamental dar voz a todas las emprendedoras, por supuesto que nosotras podemos. Emprender no se trata de ser físicamente más fuertes, sino de ser mentalmente fuertes.

Al hilo de lo mencionado, ¿quién ha sido tu referente?

A lo largo de estas líneas habréis visto que mi referente es mi madre, ella siempre nos ha fomentado emprender, ella en su día emprendió, es la que me animó y gracias a la cual existe Acompartir. Es discreta y la imagen viva de la perseverancia. Tiene paciencia y mantiene la paz en todo momento.

Innovadoras TIC es un programa que quiere visibilizar y promocionar proyectos como el tuyo, liderados por mujeres. ¿Cómo animarías a las niñas y mujeres a que persigan sus sueños más allá de los estereotipos? ¿Algún consejo? 

Mi consejo es lanzarse, solo ganas porque si no sale, ganas experiencia y aprendes de los errores. Lo que he podido aprender estos años es que con lo que más se aprende es con lo errores. Cuando estás cómodo, te estancas. Por eso, en cuanto ves que tu trabajo se ha convertido en una rutina, mete algún cambio.