Alicia Troncoso es una catedrática de ingeniería informática y Presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial (AEPIA). Comenzó su carrera con una beca predoctoral y ha liderado investigaciones en ciencia de datos y big data en la Universidad Pablo de Olavide. Su interés en la inteligencia artificial y el big data fue impulsado por su pasión por la docencia y la investigación. Tras estudiar en instituciones internacionales, ha contribuido al avance del conocimiento en colaboración con destacados investigadores. Reconoce la importancia de la ética en la IA y aboga por una mayor representación femenina en STEM. A pesar de los desafíos, anima a las mujeres jóvenes a seguir carreras en ciencia y tecnología, destacando su amplio campo de actuación y su capacidad para superar obstáculos.

Mi carrera académica empezó con una beca de formación predoctoral para realizar una tesis doctoral, ha sido un largo camino lleno de dificultades y obstáculos que he tenido que ir superando para poder lograr mis objetivos como ser catedrática en la universidad en el área de ingeniería informática. Después de mucha dedicación y esfuerzo he conseguido liderar un grupo de investigación en ciencia de datos y big data en la Universidad Pablo de Olavide y a presidir la Asociación Española de Inteligencia Artificial (AEPIA) que aglutina hoy en día a grupos de investigación en inteligencia artificial de universidades, centros y empresas en España. 

Siempre tuve claro que mi trabajo favorito era estudiar y el único trabajo que consistía en estudiar era ser profesora en la universidad y así combinar la docencia con la investigación. En mis inicios empecé investigando en técnicas de optimización para problemas de ingeniería eléctrica y posteriormente me dediqué a la predicción de series temporales, lo que me llevó a la minería de datos y al campo de machine learning dentro de la inteligencia artificial.

Nuestro objetivo es desarrollar nuevos algoritmos de Data Science & Big Data que contribuyan al avance del conocimiento a la vez que se apliquen para resolver retos y problemas actuales de la sociedad. Tenemos líneas de investigación novedosas que se centran en hacer los modelos de deep learning energéticamente más sostenibles. A su vez también tenemos líneas de investigación dentro de la IA ética y responsable que consisten en desarrollar métodos de machine learning que sean explicables para contribuir al desarrollo de una inteligencia artificial transparente.

La experiencia internacional siempre es enriquecedora porque te nutres de nuevas ideas que te hacen avanzar en tu investigación y además conoces las líneas de investigación a la que se dedican otros grupos de investigación en un país puntero en inteligencia artificial como es EE.UU. Yo tuve la suerte de poder colaborar con investigadores top que son referentes en el campo de machine learning y en el campo de las metaheurísticas lo que me llevó a poder desarrollar nuevos métodos de reconocimiento de patrones que apliqué en el campo de la bioinformática y en la predicción de series temporales.

Las herramientas de IA podrían integrarse en todo tipo de entornos, de hecho muchas de ellas ya están integradas desde hace tiempo como por ejemplo los traductores automáticos de lenguajes o las recomendaciones de plataformas streaming. Yo creo que la IA tendrá un doble papel, dependiendo de su impacto. Por un lado será esencial en áreas prioritarias como la salud pues será la base de muchos avances, y por otro lado será una herramienta de apoyo en otras áreas como el ocio o la educación.

Es importante saber usar las apps de IA, y en general la tecnología, de forma correcta y para ello es fundamental no sólo la formación en competencias digitales sino la formación en valores tanto en el ámbito escolar como el familiar en el caso de menores. A su vez, la regulación de la IA recientemente aprobada es la que pone límites a la IA exigiendo requisitos en función de su impacto y prohibiendo los sistemas biométricos.

Existe una falta de representación porque son muy pocas las mujeres que estudian carreras STEM, lo que se traslada posteriormente a todos los sectores productivos relacionados con las STEM. La solución sería la educación igualitaria desde la infancia, la incorporación de las STEM en la escuela y la discriminación positiva para que las mujeres puedan estar en posiciones a las que les resulta imposible llegar, principalmente por razones relacionadas con la maternidad o la conciliación y que a los hombres le impactan en mucha menor medida.

Ocupar un cargo de gestión conlleva mucha responsabilidad y dedicación para poder ofrecer un servicio de calidad conforme a lo esperado. En esos roles he tenido muchos retos como la puesta en marcha de políticas de transparencia en la universidad o durante el COVID la puesta en marcha de toda la tecnología necesaria para que el personal de la universidad pudiera teletrabajar. En el sector tecnológico que es un sector masculinizado los retos a los que se enfrenta una mujer son muchos, como, por ejemplo, una forma de trabajo basada en horarios continuos, creación de círculos de poder en eventos sociales fuera del trabajo en los que no están incluidas las mujeres, así como el reconocimiento de autoridad dentro de un equipo de hombres.

Lamentablemente, he tenido muy pocas mujeres referentes en mi vida profesional, recuerdo mi profesora de matemáticas en segundo de bachillerato que hizo que me encantaran las matemáticas. En el ámbito de la investigación en inteligencia artificial, las mujeres somos muy pocas, y muchas de mis compañeras en otras universidades son mis referentes principales. 

Le diría que las carreras STEM tienen un campo de actuación enorme pudiéndose dedicar a resolver problemas en muchísimos ámbitos como, por ejemplo, la salud. Además, son disciplinas que permiten muchísima creatividad a la hora de diseñar soluciones para aplicaciones reales. Lo importante es que confíen en ellas mismas, y en sus capacidades para superar cualquier reto que se les presente.