Paz Fernández de la Vera es licenciada en Derecho y es profesora de “Formación y Orientación Laboral” y “Empresa e Iniciativa Emprendedora” en FP desde 1999. Desde el inicio de su carrera, ha utilizado proyectos de aprendizaje en los que los estudiantes pueden aprender en contextos reales con agentes reales. Ha tenido la oportunidad de enseñar en diversas áreas profesionales y, durante 10 años, colaboró con otra profesora, Adela Ruiz Labarga, y alumnos de Comercio Internacional en proyectos de innovación internacional. Estos proyectos convertían a los alumnos en «agentes de comercio exterior», trabajando en sectores estratégicos reales y realizando estancias en el extranjero. Uno de esos proyectos recibió un premio a la innovación y la calidad en la Formación Profesional.

A partir de 2013, ha trabajado con estudiantes de Imagen Personal en el IES El Batán de Mieres, desarrollando proyectos de innovación social. Estos proyectos abordan diversas temáticas, como la transformación de un túnel cercano al instituto en un espacio cultural, la utilización del maquillaje para concienciar sobre la violencia de género y la creación de soluciones innovadoras en el ámbito de la peluquería mediante impresión 3D. En 2014, junto con dos compañeras de FOL, creó el proyecto colaborativo online llamado «Selfie Emprendedor», en el que han participado más de 6000 emprendedores y estudiantes. Y en 2020, tuvo el honor de ser seleccionada para formar parte de la campaña EUwomen4future, apoyada por la Unión Europea, que busca destacar la experiencia de mujeres destacadas en diversos campos.

Eres una pionera en educación y orientación laboral para fomentar el espíritu emprendedor entre tu alumnado. ¿Qué destacarías de esta labor dentro de la Formación profesional en España? 

Mi  labor,  desde el punto de vista de los módulos que imparto, pasa por ayudar a mi alumnado a desarrollar habilidades clave para su futuro profesional. Uno de los pilares fundamentales es la competencia emprendedora, entendida en el sentido amplio que nos marca Entrecomp, el Marco Europeo de la Competencia Emprendedora y no limitada a la creación de empresas.  No todas mis alumnas tienen vocación para montar una empresa, pero absolutamente todas sin excepción necesitarán  desarrollar la capacidad de generar ideas y convertirlas en proyectos tangibles que aporten valor ( ya sea económico, social o cultural). Esta competencia, desde mi punto de vista, no se aprende por apuntes. 

El primer día de clase les pido a mis alumnas que miren por la ventana y escriban lo que ven en términos de detección de problemas y oportunidades, y en posibles soluciones o formas de actuación. A continuación, salimos a la calle y les pido que hagan el mismo ejercicio, pero esta vez desde el terreno. Responden de forma diferente a la misma pregunta. Siempre les digo que lo que define a “una verdadera persona emprendedora (entendida como emprendedora en la vida, no necesariamente en los negocios), es que pisa el terreno, que “dice” pero sobre todo “hace”. 

Esta dinámica es un excelente punto de partida para trabajar como lo hacemos con nuestros proyectos de clase: en contextos reales, fuera del aula, con incertidumbre, presión de tiempo, en red e incorporando diferentes agentes al proyecto.

El otro día tuve el placer de compartir una mesa redonda con Laura, una antigua alumna, ahora emprendedora, que comentó que uno de los mayores aprendizajes que había adquirido en mis clases fue la capacidad de creer en sí misma. Siempre les digo a mis alumnas que la única barrera entre ellas y sus metas es la necesidad de adquirir conocimientos y la confianza en sí mismas para llevar a cabo sus proyectos.

Creaste «Selfie Emprendedor» junto a Elena Rodríguez e Isabel González. Un proyecto colaborativo online en el que han participado más de 6000 emprendedores/as y alumnos/as. ¿Cómo ha sido esta experiencia?

«Selfie Emprendedor» ha sido sin duda una de las experiencias más gratificantes de mi trayectoria profesional. Comenzó como un proyecto colaborativo entre tres compañeras (Isabel González, Elena Rodríguez y yo) de las que he aprendido muchísimo. Hoy en día «Selfie Emprendedor» es una comunidad de más de 100 docentes que ha contado con la participación de más de 6000 emprendedores y de más de 6000 estudiantes. Este proyecto surgió de la necesidad que veíamos de que nuestro alumnado aprendiera de referentes cercanos en el mundo del emprendimiento. 

La propuesta es muy sencilla. Se trata de que localicen a una persona emprendedora y que le hagan una entrevista que suben a nuestro blog. Entre 2014 y 2016 se convirtió en un proyecto europeo en el que estudiantes de muchos países europeos replicaron la experiencia a través de la iniciativa llamada Selfie Entrepreneur, en el marco del proyecto europeo I-linc. Esta iniciativa nos ha permitido aprender y descubrir historias emprendedoras absolutamente inspiradoras que ni siquiera sabíamos que teníamos tan cerca. No puedo tener más que palabras de agradecimiento para mis compañeras y amigas Isabel González y Elena Rodríguez, y para toda la comunidad que nos acompaña y que ahora forma parte de este proyecto.

Muchas de tus propuestas, como el “El reto de las gafas creativas,” se han replicado en varios niveles educativos. ¿Qué resultados has obtenido?

El reto de las gafas creativas es una actividad que diseñé hace unos años con la que pretendía que mis alumnas tomaran conciencia de lo importante que es cambiar de mirada. Las gafas con las que vemos el mundo lo condicionan absolutamente todo. Es necesario  aprender a mirar con unas gafas que nos hagan ver más allá de lo obvio y de nuestras creencias limitantes,  trabajar creativamente en escenarios de incertidumbre, aprender a trabajar no “a pesar de las limitaciones” sino usando las limitaciones como fuente de solución creativa de problemas. Esta dinámica que compartí en su momento en redes por si a alguien le podía servir ha sido replicada y adaptada ya no solo en centros de Secundaria sino en algunos colegios de Primaria.  Se ha puesto también como ejemplo de dinámica para enseñar en clase la necesidad de aprender a movilizar recursos en un vídeo de la UE sobre las subcompetencias del Marco Europeo Entrecomp. Aunque tengo algunas referencias no te puedo hablar de qué resultados han obtenido otros centros. En mi caso es una dinámica que hacemos todos los años y no deja de sorprenderme. Siempre que dejamos al alumnado tiempos y espacios para “crear”, soltamos el timón y confiamos en su capacidad los resultados son extraordinarios. 

¿Podemos hablar de estereotipos en el mundo del emprendimiento femenino? ¿Qué medidas se deberían implementar desde el ámbito educativo para potenciar más perfiles emprendedores de las más jóvenes?

Desde mi perspectiva, existen muchos estereotipos asociados al emprendimiento femenino. En mi labor como docente, me interesa ayudar a mis alumnas a tomar conciencia de las limitaciones mentales que a menudo se autoimponen. En 2019, llevamos a cabo un proyecto llamado «Peluqueras que imprimen en 3D», que fue toda una declaración de intenciones. Al principio, algunas de mis alumnas se mostraron tremendamente escépticas: «¿Peluqueras imprimiendo en 3D? Eso no tiene nada que ver con nosotras». Una vez superadas las barreras mentales acabaron diseñando e imprimiendo prototipos de soluciones innovadoras para el ámbito de la estética y la peluquería. 

Desde el ámbito educativo ya se están llevando a cabo numerosas iniciativas muy interesantes para fomentar el espíritu emprendedor en las jóvenes, pero debemos seguir avanzando. En mi opinión, considero que hay dos pilares fundamentales en este sentido: en primer lugar, es esencial trabajar en el desarrollo del pensamiento crítico y en la superación de creencias limitantes que puedan frenar la creatividad y la iniciativa de nuestras alumnas. En segundo lugar, es crucial crear redes de colaboración y mentoría en las que  puedan encontrar referentes femeninos y aprender de sus experiencias. No podemos olvidar que aprendemos imitando, por lo que contar con modelos a seguir en nuestro campo es fundamental para estimular la motivación y la confianza en nuestras capacidades emprendedora.

El futuro pasa sí o sí por la sostenibilidad y la transición verde. ¿Crees que queda mucho para conseguir estos objetivos globales de sostenibilidad? ¿Cuáles son los retos?

Creo que se han realizado algunos progresos en temas concretos, como la reducción de emisiones y la adopción de tecnologías sostenibles, pero desde mi limitado conocimiento considero que todavía queda mucho por hacer. Desde el mundo educativo creo que podemos contribuir significativamente a la transición hacia un futuro más sostenible, integrando la sostenibilidad de manera transversal en muchas materias, concienciando sobre la reducción de residuos, del consumo de energía y, teniendo en cuenta,  la sostenibilidad en todos nuestros proyectos. 

Además, eres una referencia educativa en Europa al haber sido elegida como parte de #EUwomen4future. La campaña, auspiciada por la UE con Mariya Gabriel, comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud. ¿Qué ha supuesto este reconocimiento?

Para mí, recibir este reconocimiento a nivel personal y profesional ha sido una gran alegría. Durante muchos años llevé a cabo iniciativas en el aula que me parecía que tenían resultados excelentes, pero casi no me atrevía a compartirlas porque en ciertos ámbitos eran consideradas como excentricidades.  El hecho de que desde la Comisión Europea se reconozcan este tipo de proyectos me parece emocionante, porque detrás de cada número en las estadísticas, hay una historia personal de superación y aprendizaje.

Este reconocimiento me ha permitido visibilizar mi trabajo y el que se realiza desde las aulas de Formación Profesional, que sigue siendo una gran desconocida. En la FP hay muchos docentes haciendo cosas extraordinarias con su alumnado, y este reconocimiento ayuda a destacar su labor y a motivar a otros a seguir adelante. Cada uno de nuestros alumnos y alumnas tiene un nombre y una historia que contar y ha de estar ,como se merece, en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.

¿Cuáles han sido las mujeres referentes que han marcado tu vida y tu carrera?

Una de mis grandes referentes es mi madre, una mujer absolutamente extraordinaria. De ella he aprendido muchísimas cosas que han marcado mi vida y mi carrera, como la importancia de dar siempre mi mejor versión con independencia de cómo sean los resultados, el que no me condicione lo que digan los demás y que el miedo jamás coja el timón de mis decisiones. Tiene 83 años y su  foto y su estado de Whatsapp resumen muy bien su actitud vital:  En la foto aparece montando en bicicleta y su estado dice “En la escuela”.  El afán por el aprendizaje continuo es la mejor herramienta que podemos ofrecer a las nuevas generaciones.  

En cuanto a mi carrera profesional, Adela Ruiz Labarga, mi compañera en el instituto Zorrilla de Valladolid,  es otra de mis grandes referentes. Me enseñó a trabajar con el alumnado  en contextos reales con agentes reales. Junto a ella y con el alumnado de Comercio Internacional, llevamos a cabo proyectos increíbles como alguno de los mencionados anteriormente.

Además, muchas otras mujeres compañeras de la especialidad, ahora amigas, me han marcado y he aprendido mucho de ellas. En muchos casos, no las conocía en persona, pero hemos colaborado activamente en proyectos virtuales. Tengo la suerte de pertenecer a un colectivo muy activo en las redes como el de docentes de Formación y Orientación Laboral, en el que compartimos conocimientos y aprendemos continuamente.

¿Qué consejo darías a las niñas y mujeres que están leyendo esta entrevista y quieren dedicarse a carreras STEAM o emprender sus propios proyectos?

Les diría que se olviden de los pensamientos limitantes,  que sigan adelante con su sueño y que no se dejen intimidar por las barreras que puedan surgir.  Desde mi punto de vista perseguir ideas de éxito ajenas es un error.  Que busquen aquello que les haga querer seguir aprendiendo y vibrar, algo que responda a su esencia,  y si de momento no lo encuentran, que no se agobien y sigan buscando, que todas las experiencias suman y la perseverancia acabará dando sus frutos. 

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