Innovadoras TIC charla con Silvia Barrera Ibáñez, consultora en seguridad informática, ciberinteligencia e investigación en redes, formadora policial y escritora.


 

Hola Silvia, para empezar, estaría genial que nos contaras un poco sobre ti y los varios roles que llevas a cabo, como inspectora de policía en excedencia, experta en temas de ciberseguridad, emprendedora, consultora y escritora. ¿Podrías contarnos cómo acabaste trabajando en el sector y como se han ido desarrollando las actividades y oportunidades que has tenido desde el inicio?

Empecé en la ciberseguridad en el año 2007, en la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía cuando la ciberinvestigación era una gran desconocida. La oportunidad me vino a través de un Comisario que necesitaba investigadores y como ya habíamos coincidido en algún destino anterior, conocía mis inquietudes y conocimientos por la tecnología.  En ese mismo año, nació el grupo de redes, ahora de redes sociales, con un Inspector y la policía Silvia.

Con años de estudio, mientras trabajaba en la Policía, aprobé las oposiciones para Inspectora. El proceso de selección es el mismo que para cualquier persona que no lo es. Supuso un cambio cualitativo y de responsabilidad muy grande y eso te motiva mucho. Como apenas llegué a estar dos años en la BIT como policía, me quedé con ganas de más e hice todo lo posible por volver. Lo conseguí cinco años más tarde y volví al grupo de redes, donde lo dejé, esta vez ya como responsable. Solo había una persona más. Así estuvimos dos años. Imaginaos en el año 2012 lo que ya era todo aquello.

Durante todos esos años, me preocupé por formarme por mi cuenta, investigar y escribir sobre la Red, el cibercrimen y las redes sociales. No había apenas documentación y menos experiencia en el campo. Leía artículos que desinformaban y el ciudadano y los profesionales no sabían cómo afrontar esa problemática tan incipiente.  Por eso, en el 2013 asumí el reto de empezar a escribir en un blog personal y en webs donde me pedían alguna colaboración, algo que siempre había querido hacer y publicar sobre cibercrimen, experiencia y estudios propios.

Al poco tiempo, mis publicaciones suscitaron mucho interés y empezaron a llamarme para impartir charlas, cursos, conferencias y escribir en una web sobre tecnología en Atresmedia. Así nació “Internet, Ciudad con Ley”.

Desde el año 2013 hasta el 2018 mi labor de formación, charlas y colaboraciones en medios y eventos públicos y ciberseguridad ha sido tan intensa que no me ha dejado tiempo libre. Algunos pensaban que mi labor en la policía era ésa, nada más lejos. Mi labor siempre ha sido la de responsable de los grupos de investigación, nunca me liberaron y esa ocupación siempre fue “en mi tiempo libre”, sacrificando vacaciones, noches sin dormir, y fines de semana. También es cierto que no soy de las que hablan o imparten formación sin tener experiencia propia así que mi labor investigativa me ayudaba a tener una visión práctica y estratégica privilegiada para saber en qué había que incidir.

Esos cinco años fueron muy duros. Dirigía las investigaciones, participaba de forma intensa y activa en grupos de trabajo internacionales de EUROPOL e INTERPOL, colaboraba en publicaciones semanales, daba charlas y clases en la Universidad.

En el 2015 pasé a dirigir el grupo de forense digital de la Unidad de Investigación Tecnológica hasta hace 4 meses que solicité el paso a excedencia. Tuve la oportunidad de participar y coordinar las investigaciones más importantes de la Policía Nacional, en homicidios, desapariciones, tráfico de drogas, blanqueo de capitales o la propia UIT, ya que somos los que apoyamos a toda la Dirección General en la extracción de la evidencia digital de los dispositivos informáticos intervenidos en los registros. Aprendí mucho y, sobre todo, fui incrementando mi labor autoformativa a un plano más técnico.

En esos tres años escribí mi primer libro “Claves de la Investigación Tecnológica”, que fue galardonado por la Editorial de autoedición Círculo Rojo como el mejor libro de aprendizaje, recibí el premio de la Fundación de la Policía al mejor blog de temas policiales por “Internet, Ciudad con Ley”, recibí la Cruz Roja al Mérito Policial, la mayor distinción policial que existe, algún reconocimiento más a mi labor en el mundo de la ciberseguridad  y acabo de publicar el segundo libro con la Editorial Planeta “Instinto y Pólvora”. También me saqué el Máster en Seguridad Informática para poder iniciar el doctorado dentro de poco.

En marzo de 2018 decidí tomarme una excedencia para llevar a cabo iniciativas privadas, tener mayor capacidad de movimiento y poder seguir creciendo en el mundo de la ciberseguridad. En la actualidad, soy consultora en seguridad informática, ciberinteligencia e investigación en redes, sigo con mi labor formativa y después del verano anunciaremos un gran proyecto que esperemos que cambie el mundo de la ciberseguridad.

También imparto formación policial en el grupo OCS para futuros Inspectores, ayudándoles a cumplir su sueño y preparándoles para la dura realidad social a la que se van a tener que enfrentar en el futuro trabajo. Era un compromiso personal y una ilusión que tenía desde que aprobé la oposición y una forma de seguir ligada a lo que más me gusta, aunque ahora esté en el sector privado.

Comenzaste en el ámbito militar y llevas trabajando en el ámbito de la ciberseguridad desde el año 2007. Has sido jefa del grupo de investigación en redes sociales de la Policía durante 5 años. Has dirigido también el grupo forense digital de la Unidad de Investigación Tecnológica durante 3 años, además de haber participado en varios grupos de trabajo internacional en EUROPOL e INTERPOL. ¿Cómo han sido estos años como mujer en un mundo donde predomina el género masculino?

Duros. Siempre tienes que estar demostrando que tienes cualidades para ejercer esa responsabilidad. Estás siempre en el punto de mira, de los jefes que apuestan por ti (supongo que en contra del criterio de algunos de los suyos) y de los propios compañeros que recelan de tus méritos, aunque los tengan en las propias narices. En mi caso, además, el mundo ciber también es masculino y he tenido que sacar los dientes porque se me negaban puestos técnicos de responsabilidad por ser mujer cuando ya venía haciendo el trabajo cubriendo el puesto vacío para el que quería optar.

Además, todos los jefes, son en el 95% hombres y no cuentan contigo para ir a tomar el café, que como suelo decir, es el lugar donde se toman las decisiones más importantes. Las mujeres no dejan solos a los hombres a la hora del café en profesiones donde predomina el género femenino, son uno más.

Las mujeres representan un 12% del Cuerpo Nacional de Policía, solo un 11% del sector de la ciberseguridad global y un 7% en Europa. ¿Has recibido apoyo suficiente?

Aunque he dado con jefes que han valorado mi trabajo y me han dado oportunidades, como a cualquier otro compañero más, no siempre he tenido esa suerte. En alguna ocasión se me ha negado el acceso a puestos técnicos por ser mujer (después de llevar un año realizando esa labor de forma provisional) y se me ha minusvalorado en reuniones a más alto nivel. Tan culpable es el que lo hace como el que lo permite o silencia.

También he notado ese vacío fuera de nuestras fronteras, sobre todo proviniendo de países donde hay más tradición machista, donde algunos “compañeros” del mismo grupo de trabajo no te miraban ni a la cara cuando les hablabas.

¿Hay alguna diferencia entre hombres y mujeres? Sí, como comentaba con anterioridad, por afinidad de sexo, los hombres que están en puestos directivos o en Tribunales de selección, se inclinan por confiar las oportunidades, en la gran mayoría de casos, a los hombres. He tenido que escuchar a algún compañero decir: “Silvia, necesitamos Inspectores para dar clases de ciberinvestigación y sabemos que eres la mejor pero mi jefe es un misógino y no quiere mujeres en su departamento”. Es incomprensible, pero sigue habiendo un machismo tolerado y silenciado, por mucho que algunos y algunas quieran ir de progreso.

Mis cinco años de militar estuvieron marcados por decisiones machistas, teniendo la misma especialización, y más formación y capacidad que muchos de mis compañeros. Mientras ellos iban a puestos de oficina o gestión, yo acababa en un almacén pasando el mocho o haciendo labores de “secretaria”. Ese fue uno de los motivos por el que no seguí la carrera militar.

Después de casi 20 años de trabajo policial, decidiste dejar el sector de lado por un tiempo y crear tu propia empresa de consultoría en ciberseguridad. ¿Cuáles son los factores que te han animado a abandonar la institución y a emprender por tu propia cuenta?

Primero, al igual que en la empresa privada, en la pública a veces no se valora ni se retiene el talento ni la iniciativa. Los que tenemos muchas inquietudes y determinada relevancia fuera de nuestra institución, a veces somos vistos como una amenaza a “lo que siempre se ha hecho”.

Luego, la administración pública no es el mejor sitio para mover voluntades, crear cosas nuevas e iniciar proyectos; y la inversión en medios depende de decisiones que, en ningún caso, tienen que ver con las necesidades del departamento en el que estás, no te digo ya en puestos técnicos que requieren de inversión en infraestructura y, formación y recursos técnicos y humanos.

Y, por último, la normativa policial no permite, mientras que a otros funcionarios de Administración sí, compatibilizarlo con otras actividades privadas. Normativas obsoletas que generan la fuga de personal cualificado y formado por no adaptarse a los nuevos tiempos.

¿Encontraste alguna dificultad a la hora de emprender?

La verdad es que en cuanto pasé a la excedencia recibí varias propuestas muy interesantes y no me han faltado oportunidades. Estoy muy contenta con la acogida que ha tenido mi perfil ahora en el sector privado. No me ha costado adaptarme porque, aun siendo funcionaria, llevaba un ritmo elevado de trabajo.

Aun así, al principio, lo pasé mal adaptándome al mercado laboral. He permanecido la mitad de mi vida y toda mi etapa profesional trabajando para el Estado. El sector público tiene otra visión, otra forma de abordar el trabajo y otro ritmo diferente al privado. Yo no me fui para ocupar otro puesto directivo en una gran compañía o institución, como se van casi todos mis compañeros, me marché para empezar de nuevo siendo mi propia jefa, tomar mis propias decisiones, con una mano delante y otra detrás, como se suele decir ¿No?

¿En qué punto está tu empresa de ciberseguridad ahora mismo?

Acabo de empezar un nuevo e ilusionante proyecto que pronto verá la luz y tengo el convencimiento de que generaremos muchas cosas positivas al futuro de la ciberseguridad y sus demandas. En octubre lo daremos a conocer y trabajaremos con mucha ilusión para que salga adelante. Creará puestos de trabajo y cubriremos un área clave de la ciberseguridad. ¡Ya lo veréis!

¿Cuáles son tus próximos objetivos?

Solo me mueve un objetivo: ser feliz. De momento, ahora lo soy haciendo lo que hago y en la situación en la que estoy. Mi experiencia y mis ambiciones giran en torno a la ciberseguridad y por ello trabajaré, al menos, en los años venideros. Seguiré escribiendo, también en la comunicación.

¿Existe la posibilidad que vuelvas al trabajo policial? Por supuesto. A corto plazo no pero no lo descarto. Amo mi trabajo, pero ahora tengo otras aspiraciones incompatibles con la función policial. No se puede tener todo. Ya sabes lo que dicen de los amores verdaderos, que nunca se olvidan y siempre están ahí.

¿Cuál ha sido el rol de las tecnologías en tu desarrollo profesional y personal, y cuál es el rol actual?

Es mi vida, es la decisión por la que adquirí visibilidad fuera de la Policía, el motivo por el que la dejé y espero que sea la razón por la que pueda seguir creciendo. Hay que invertir en tecnología y en formación en tecnología si queremos adaptarnos a lo que ya se está implantando.

¿Cuál crees que está siendo el papel de las tecnologías en España y sobre todo qué crees que debe cambiar?

La tecnología está más presente que nunca en la sociedad y está transformando por completo tanto a empresas como a los sectores empresariales. Esto, que supone una serie de retos importantes para las compañías, pequeñas y medianas empresas e instituciones públicas, también es ahora una gran oportunidad de creación de valor.

No tengo duda de que en España vamos a vivir en los próximos cinco años un proceso de transformación digital muy importante, por lo que el surgimiento de nuevas empresas, así como la adaptación y transformación tecnológica no debe verse únicamente como un cambio ante una amenaza en la destrucción de valor tradicional, sino como una potente herramienta para fomentar la competitividad.

El poder de las TIC avanza mucho más rápido que cualquier otro cambio y tecnología anterior y los que en España, y me refiero tanto al sector público como al privado, no consigan adaptarse, habrán perdido muchos años de desarrollo. Se quedarán atrás y perderán, si no toda su competitividad o eficacia, gran parte de ella.

Desde tu punto de vista, ¿cómo la Tecnología puede ayudar a fomentar el emprendimiento de las mujeres? 

La formación, la actitud ante el riesgo y la falta de referentes son algunos de los factores que creo, explican la escasez de mujeres emprendedoras en el plano tecnológico. Pero también hay que tener en cuenta que la mayoría de los inversores, son hombres y demandan proyectos distintos a los que las mujeres podemos ofrecer.

En los años que llevo en ciberseguridad y tras cientos de eventos en los que he participado, me he topado rara vez con una CEO o directiva de grandes empresas, no te digo ya de las tecnológicas.

Si no hay mujeres en una industria emergente y de futuro, va a quedar en manos de hombres, como ya están otras empresas, sectores e instituciones (como de la que provengo) públicas.

Otro aspecto, en mi opinión, es la falta de referentes. Somos pocas y son invisibles. Pero también es cierto que he recibido (y sigo recibiendo) desde siempre, muchas invitaciones para participar en eventos, dar clases y conferencias y no he tenido la sensación de que se me hiciera de menos por ser mujer, es que simplemente, no había mujeres a las que invitar.

También te digo que estar al pie del cañón tantos años es muy duro, requiere una actualización constante, mucho trabajo y sacrificio. Que nadie se piense que a una mujer le van a llamar por el simple hecho de ser mujer, hay que aportar un plus que no muchos están dispuestos a dar cada día, siendo hombre o mujer, me da igual.

También, cuando estaba de jefa de redes y del departamento forense, salvo en una ocasión, no me llegaron currículums de mujeres y las que me llegaban me decían: “Yo no quiero hacer una labor técnica ni estar cerca de las máquinas, cuanto menos mejor”. ¿El motivo? No lo sé. A veces creo que la mujer piensa que por trabajar con máquinas se pierde feminidad o humanidad. Nada más lejos. No tengo problemas en ir con tacones y falda a un evento mientras intento levantar un servidor Apache en una máquina virtual para hacer una demo sobre el funcionamiento de un firewall. No tienes que ir con camiseta negra y capucha.

Tampoco creo que no haya mujeres directivas o CEOs mujeres de grandes empresas de tecnología o departamentos tecnológicos porque no tengan formación técnica. Hay hombres que carecen de ella y lo son…

Aunque no tiene nada que ver con la tecnología, estoy viviendo un caso curioso. Empecé hace unos meses a dar clases en una academia de preparación para Inspectores de policía. Hace unas semanas, el director del grupo académico me comentaba que desde que había asumido las clases y la coordinación del curso, la clase y las peticiones de matriculación estaban reputando en mujeres. Es cierto, la mayoría son mujeres. Es atípico, te lo aseguro.

De hecho, desde que publiqué mi segundo libro, hay muchas chicas (también hombres, pero casi en minoría) que me escriben diciéndome: He leído tu historia personal y ahora me siento capaz de todo, de conseguir los retos que había dejado de lado pensando que no estaban a mi alcance. He leído por todo lo que has pasado y lo que representas ahora y veo que sí es posible. Voy a volver a intentarlo hasta que lo consiga.

Es lo mejor que puedes oír. Algo está pasando para recibir ese tipo de mensajes… Faltan referentes, falta visibilizar casos en los que las mujeres han conseguido sus retos porque la sociedad, las mujeres, necesitan esos referentes.

Por eso, todas las mujeres deben ser consientes de que, y más en el sector tecnológico, es muy importante visibilizar su papel dentro de las organizaciones y que promocionen su rol en la industria de internet. Ahora sí que tenemos las mismas oportunidades de acceder a las STEM, pero hay que hacer un trabajo de visibilidad y concienciación.

En tu opinión ¿por qué crees que es necesario que las mujeres tengan mayor acceso a las TIC, como herramienta de empoderamiento?

El emprendimiento femenino en el área de ciencia y tecnología es vital para mejorar, en todos los sentidos, pues ofrece visiones diferentes, nuevos cambios y otras aportaciones que se han venido dando desde el sector masculino.

No obstante, es difícil hablar de empoderamiento empresarial y tecnológico de la mujer si todavía andamos a vueltas con los derechos más básicos, como la integridad física, con la violencia contra las mujeres o la sexual. Pero estoy segura de que otras acciones orientadas a lograr mejoras profesionales y económicas a las que aspiran las mujeres también ayudan a reducir los execrables casos de violencia contra la mujer y acoso sexual.

La mujer tiene que estar y hacer por estar en un campo de la tecnología, que marcará el rumbo del futuro, de la innovación y de la economía en el mundo. Poco a poco iremos llegando a puestos directivos y dándole oportunidades también a esos niveles de responsabilidad a las mujeres, no solo de “secretarias”, compañeras o “managers”, donde algunos hombres prefieren ver a las mujeres por miedo a sentirse amenazados, como he escuchado en algunos de ellos. Compañeras, las que quieras, pero nunca de jefas.

También debemos invertir en educación porque, como he comentado, el sector TIC es muy competitivo y en constante evolución y eso tiene su reflejo en el modo de vida. Si las mujeres asumen las responsabilidades y las cargas del hogar en exclusiva, lo veo muy difícil que puedan desarrollar una carrera en este sector.

Debe haber cambios en la estructura familiar básica, y cuando se den esas condiciones de igualdad desde en el hogar, será posible ese ascenso de la mujer.

Teniendo en cuenta que emprender no es fácil, ¿Has pensado en tirar la toalla alguna vez? 

Créeme que se te pasa por la cabeza dejarlo todo y volverte a la Administración. Y viendo, además, que te caes de la propuesta para acceder a los puestos de representación y dirección por ser mujer, dan ganas de muchas cosas. Te aseguro que podría haber hecho mejor las cosas, pero si hay algo que tengo claro en mi vida es que no he podido hacer ni sacrificar más porque es imposible. Si necesitas ese nivel de sacrificio para llegar (si es que llegas) donde otros ya tienen el puesto por el simple hecho de ser hombre, da ganas de abandonar.

Pero por otro lado piensas que la vida nunca ha sido fácil para ninguna mujer. Cuando veo la vida de lucha, abnegación y de ninguna queja que ha llevado y lleva mi madre, no necesito otro referente, pienso: no me puedo quejar, tengo que hacerlo, aunque sea por ella. Y menos aún por aquellas que nos precedieron, y ahí estuvieron, luchando. No podemos ser menos o si no, nunca se avanzará. Hay que hacerlo.

Innovadoras TIC es un programa que quiere promocionar proyectos como el tuyo, liderados por mujeres en el sector tecnológico. Cómo animarías a muchas chicas a que desde pequeñas apuesten por carreras STEM, o a otras mujeres que quieran emprender en el sector. 

Les diría que sean aquello que quieran ser, en el sector que sea, porque solo así conseguirán hacer cosas grandes. Pero si optan por la tecnología, es un campo mágico, que engancha, lleno de posibilidades donde tenemos muchísimo que aportar y donde, siempre, las que ya estamos ahí, estaremos encantadas de apoyarles para que lleguen, si pueden, aun más lejos que sus predecesoras.