Innovadoras TIC charla con Sandra Ortonobes, comunicadora y divulgadora científica a través de su canal de Youtube – La Hiperactina
Hola Sandra. Para que las personas que estén leyendo esta entrevista te conozcan un poco mejor, cuéntanos, ¿cómo ha sido tu experiencia profesional antes de convertirte en La Hiperactina?
Estudié el grado de Ciencias Biomédicas y después el Máster en Comunicación Científica. Nada más terminar el máster comencé a trabajar en Fundación Bancaria “La Caixa”, donde contribuí a crear un nuevo aplicativo online para gestionar las ayudas que la fundación daba a los distintos centros de investigación. Me ayudó mucho a conocer un poco el panorama de la investigación, los distintos centros que tenemos a nivel nacional y el tipo de proyectos que llevan, entre otras cosas.
Aun así, sentía que quería dedicarme a algo más relacionado directamente con la comunicación, así que comencé a moverme y a probar distintos formatos, me estrené en la radio, di charlas y talleres e incluso realicé varios monólogos científicos. Y el mundillo me atrapó, tanto que no tardé en comenzar mi propio proyecto de divulgación: La Hiperactina, mi canal de YouTube.
Eres graduada en Ciencias Biomédicas y tienes un Máster en Comunicación Científica, ¿siempre has sabido a lo que te querías dedicar? ¿cuándo decidiste tu camino?
En la carrera de Biomedicina suelen hablar mucho de la investigación biomédica como salida profesional, es decir, investigar en un laboratorio. Yo no veía esa salida muy clara, pero la carrera me gustaba mucho, me parecía un temario muy interesante para compartir con más gente. Sabía que quería dedicarme a explicar la biomedicina a la gente, pero no sabía exactamente cómo, y ser profesora lo había descartado.
No fue hasta prácticamente el final de la carrera cuando conocí el mundillo de la comunicación científica, que reflejaba perfectamente aquello a lo que quería dedicarme a pesar de no saber siquiera que existía. Y aquí estoy.
La Hiperactina es un canal de YouTube sobre divulgación y biomedicina ¿por qué ese nombre y cómo surgió la idea de crearlo?
Quería un nombre que reflejase dos cosas: algo sobre mí y algo sobre la temática del canal, es decir, sobre biomedicina. Me hizo gracia la palabra “hiperactiva” porque soy una persona que no puede estarse quieta y no para de hacer cosas. Y dándole vueltas a la palabra “hiperactiva”, se me ocurrió “hiperactina”. La actina es una proteína que interviene en la contracción de los músculos, por lo que le daba al nombre ese toque biomédico que buscaba. Por eso, “Hiperactina” es la combinación de dos palabras: hiperactiva y actina.
Tu canal de YouTube tiene más de 130.000 suscriptores, ¿cómo ha sido tu andadura como youtuber y qué objetivos tienes con este proyecto?
Lo cierto es que comenzó como una cosa que me apetecía mucho hacer, sin tampoco plantearme mucho nada a futuro. He tenido la suerte de que el canal ha ido creciendo poco a poco, pero de forma constante, lo que hace que tras dos años de haber abierto este canal hayamos superado los 100.000 suscriptores.
No sabría decir exactamente en qué momento ocurre, pero llega un punto en el que te das cuenta de que ya no te ven tus familiares y amigos, sino muchas más personas, y eso te abre las puertas a poder invertir de verdad en ello porque sabes que hay gente dispuesta a ver tu contenido. Desde que comencé el canal siempre he tenido otros trabajos paralelos, lo cual me ha dejado poco tiempo de margen para dedicar al canal, pero sería increíble poder profesionalizarlo un día.
Fuiste la co-creadora de “Tres Pies al gato”, un podcast en el que se planteaban y resolvían preguntas científicas, ¿cómo fue siendo tu experiencia en este medio?
“Tres pies al gato” fue un proyecto muy fresco que surgió de la idea de crear microcápsulas de ciencia en formato podcast. Yo solía escuchar muchos programas de duraban más de una hora, pero a veces me daba cuenta de que en los pequeños trayectos de casa al trabajo (eran apenas 15min), o cuando tenía un descanso para desayunar, me apetecía consumir algo rápido sin tener que dejarlo a medias. Un programa divertido pero que pudiese empezar y terminar en algo más de 10 minutos. De ahí surgió la idea de “Tres pies al gato”, el podcast en el que junto a Ignacio Crespo (médico y divulgador científico) respondíamos preguntas científicas en ese breve periodo de tiempo. Por desgracia, tuvimos que dejar de emitir debido a otros proyectos que nos llevaban mucho tiempo, aunque no descartamos volver en un futuro.
Además, colaboraste puntualmente en el programa de divulgación científica «A Ciencia Cierta» de CV Radio y en «El Aleph», un podcast mensual de ciencia ¿cómo crees que este canal está ayudando a la divulgación?
La radio lleva muchísimos años en las casas de la gente, y ahora en nuestros móviles, coches, etc. Es un formato clásico que funciona y que a la gente le sigue gustando consumir, que además permite hacer programas más largos (un programa de radio de ciencia puede durar 1h, mientras que un vídeo de más de 10 minutos se considera largo). Me sigue pareciendo un formato increíble y muy agradecido aún a día de hoy.
¿Qué papel crees que tiene la tecnología y las Redes Sociales en la divulgación científica?
Nos permiten acercar la ciencia a la gente en mayor medida, y sobre todo, en muchos más formatos. Las redes también nos ayudan a democratizar la divulgación, ya que si bien antes el papel de la persona divulgadora recaía en manos de muy pocos (presentadores de televisión, por ejemplo), hoy en día somos muchos más los que podemos compartir el conocimiento científico con el resto de la sociedad.
Eso también conlleva algunos riesgos, ya que supone que cualquier persona (con o sin formación) pueda, por ejemplo, grabar un vídeo diciendo cualquier cosa y subirla a las redes. Y, por tanto, hacerla llegar a mucha gente, aunque sea falsa. Pero también es labor de la divulgación científica desmentir esos bulos y ayudar a que la gente sea más escéptica.
En esta era de Fake News y desinformación, ¿qué retos se plantean para atajar cierto tipo de contenido «pseudo científico» que se comparte sin criterio?
Tenemos que combatir contra historias muy llamativas y sensacionalistas. Mientras que, normalmente, la ciencia avanza con pasos pequeños, las pseudociencias prometen curas milagrosas y cuentan historias imposibles. Eso hace que muchas personas, que desconocen cómo funciona la ciencia, se decanten por las segundas y las tomen como válidas.
Ya ni te cuento si hablamos de gente que lo está pasando mal y necesita aferrarse a lo que pueda porque está desesperada, por ejemplo, debido a la enfermedad de un familiar cercano. Las pseudociencias se aprovechan mucho de eso, ofreciendo respuestas milagrosas (y falsas) a preguntas que la ciencia, por ahora, no puede responder.
A modo de resumen, ¿cómo ha sido tu experiencia hasta ahora en el mundo de la comunicación científica como mujer?
Creo que la comunidad ha cambiado mucho a lo largo de los años y cada vez tiende a ser más inclusiva, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Las grandes figuras en la comunicación científica siguen siendo predominantemente masculinas, pero cada vez se realizan más campañas que visibilizan el papel de las divulgadoras, lo cual nos ayuda a avanzar todavía más rápido hacia la igualdad.
Si tuvieses que decir una mujer que te haya servido de referente para llegar donde estás, ¿quién sería?
Nunca sé muy bien qué responder a esta pregunta, porque no he tenido una única (ni único) referente, sino muchas personas que han hecho cosas, creado proyectos o dado discursos que me han inspirado o me han motivado a llevar a cabo mis objetivos. Hay mucha gente que ha hecho cosas increíbles, no podría atribuir el mérito a una sola persona.
A todas esas mujeres y niñas que ahora sueñan con hacer realidad sus ideas, ¿qué les dirías y qué consejos les darías?
Que hagan lo que les apetezca. Lo que les guste y les mueva. A veces da un poco de vértigo meterse en un mundillo en el que predominan figuras masculinas, bien sea porque crees que no estarás a la altura o porque llamarás mucho la atención y se te juzgará el doble. Es comprensible, pero no tiene sentido echarse atrás por eso. Si me hubiera dejado intimidar por el hecho de que la divulgación en YouTube es mayoritariamente masculina, no habría llegado a donde estoy ahora. Las mujeres llevamos años demostrando lo que somos capaces de hacer, y seguiremos reivindicándolo mientras sea necesario.