Sara es ingeniera informática, con experiencia en CEO y el mundo audiovisual, y creadora de la app Raccorder, diseñada para facilitar las tareas de los scripts y que ha sido finalista del Premio Mujer Emprendedora, Zinemaldia Startup Challenge 2021 y ganadora de la beca “Sigue Adelante” de Womenalia y P&G en 2019. También es cofundadora de KEAY, un marketplace de actividades de ocio infantiles tanto virtuales como presenciales. Además ha fundado la Asociación AKIPI, que lleva a cabo acciones solidarias con jóvenes de Kenya.

¿De dónde nace tu pasión por la tecnología y cómo surge la idea de crear Raccorder?

Desde muy pequeña me ha interesado la tecnología, siempre era yo la que intentaba configurar y trastear los dispositivos electrónicos que traían nuevos a casa, y supongo que eso es lo que me motivó a hacer ingeniería informática.

Cuando terminé la carrera me puse a trabajar en un empresa, con un proyecto muy bonito y pionero de digitalización de subestaciones eléctricas, pero había algo creativo que me faltaba por cubrir y que me hizo dejar el trabajo para estudiar montaje de cine. Fue estudiando en la ECAM donde los dos mundos se unieron. La idea de Raccorder fue más una necesidad propia, de no encontrar ninguna herramienta que me hiciera la vida más fácil en los rodajes lo que me hizo lanzarme a crear una.

La app que has desarrollado facilita el trabajo de los scripts y ya ha sido utilizada en grandes producciones como Los Vengadores o Stranger Things. ¿Cuáles son las características  de esta aplicación y cómo ha sido el proceso hasta llegar tan lejos?

Raccorder digitaliza la profesión de script, es por eso que se habló mucho con scripts de diferentes países y el objetivo fundamental era crear una aplicación que fuera muy fácil de usar y muy customizable, que permitiese adecuarse a distintos modelos de trabajos y que no fuese difícil aprender a usarla.

Otro de los objetivos era crear una versión más reducida que permitiese a los amateurs o a otras producciones más pequeñas poder tener un sistema digital en sus móviles para crear partes profesionales de manera fácil y sencilla.

De ahí ha crecido a querer ser la herramienta que cree un sistema de trabajo en las producciones audiovisuales y que proporcione informes y herramientas para mejorar la productividad.

Estudiaste ingeniería informática y además montaje de cine, lo que te ha llevado a trabajar como script supervisor, ¿cómo ha influido tu trabajo en el mundo audiovisual a la hora de crear tu aplicación?

Como comentaba antes, ha sido fundamental. Todas mis incursiones en el mundo empresarial han sido por necesidad propia. La yuxtaposición de estas dos carreras tan distintas fue quizá lo que me hizo ver la oportunidad y tener la certeza de que lo que estaba creando iba a ser útil porque para mí sí lo estaba siendo.

Además de la app, también eres cofundadora de KEAY, un marketplace con actividades de ocio para niños y niñas, tanto presenciales como virtuales, y de manera geolocalizada, que ganó el Hackathon Reactiva Las Rozas en 2021. ¿De dónde viene la idea de este proyecto?

Pues la idea surgió, de nuevo, por mi propia necesidad como madre, coincidió que volví a Las Rozas después de mucho tiempo en Madrid y no conseguía encontrar ocio infantil cercano de manera fácil. Perdías mucho tiempo en búsquedas por internet y no tenías tampoco comentarios ni rating. No había un sitio centralizado donde poder encontrar toda la información y poder reservar y pagar en los horarios que yo tenía disponibles.

¿Cómo fue el proceso de creación de KEAY? Cuéntanos sobre el trabajo en equipo con tu compañera Diana Franganillo.

Trabajar con una socia como Diana ha sido una experiencia maravillosa, venía de emprender sola y la diferencia a tener un apoyo en los momentos más duros es desde luego muy enriquecedora. Nos complementamos muy bien y tenemos muy bien definidas nuestras competencias. Las dos somos muy parecidas en cuanto a inquietudes para con nuestros hij@s así que en ese aspecto teníamos la misma idea a la hora de crear KEAY, que ayudó mucho en todo el proceso.

Has sido finalista del Premio Zinemaldia Startup Challenge 2021 e Impulsa visión RTVE, entre otros, y ganadora de la beca Womenalia para el fomento del emprendimiento en 2019. ¿De qué manera han ayudado todos estos reconocimientos a impulsar tu carrera?

Siempre es muy enriquecedor que te reconozcan y te den premios, pero creo que lo más beneficioso de estos eventos siempre es conocer a otros emprendedores que están igual que tú o hacer sinergias con empresas con las que a priori no pensarías que podrías colaborar.

La publicidad siempre es bienvenida pero las ayudas y/o reconocimientos dan un apoyo moral que es casi mayor a la cuantía económica.

Hablemos un poco del proceso de emprender, ¿Cómo fueron los inicios y en qué punto estás ahora? ¿Qué has aprendido en el camino?

En mis dos incursiones he tenido experiencias totalmente opuestas, es curioso ver como ha ido cada una. Con Raccorder fue una idea que se me ocurrió, con la que no tenía ninguna pretensión más que hacerme la vida más sencilla a mi misma y que sin embargo fue creciendo sola y tuvo mucho reconocimiento a nivel internacional y en seguida encontré financiación sin casi buscarla. 

Con KEAY pensé que iba a crecer igual de rápido porque veía una necesidad clara y había otros players en otros países que estaban funcionando muy bien, pero claro, pasó una pandemia, yo tenía, además de Raccorder, una hija y bueno todo ha sido una escalada, en la que estoy aprendiendo muchísimo eso sí. 

La lección que me llevo, sin duda, en esta última etapa, es que no puedes dejar que la motivación por tu empresa/idea te coma la vida, porque al final, como te gusta mucho, te dejas todas las horas disponibles y llegas al final agotada, cuando el mundo empresarial en realidad es una carrera de fondo.

No solo eres fundadora de estos dos proyectos, sino que también lo eres de la Asociación AKIPI, una ONG sin ánimo de lucro que lleva a cabo acciones solidarias con jóvenes de Kenya. ¿Cuál es vuestra labor a través de esta asociación?

Cuando acabé la carrera decidí irme a Kenya 3 meses con una ong. El grupo que hicimos ahí, volvimos tan motivados y con ganas de hacer tantas cosas que se nos ocurrió que la gente no donaba porque no sabía dónde iba el dinero, así que decidimos montar una asociación en la que recaudásemos dinero durante el año y en verano lo llevásemos nosotros allí y lo gestionásemos, de esta manera no se perdía nada por el camino.

Después de 10 años, con la pandemia y lo complicado que se nos pone la vida con los hijxs, al final lo hemos dejado en sólo becas de estudio, ya que en Kenya la educación secundaria no es gratuita. 

Estamos muy orgullosos ya que entre nuestros becados hay dos médicos, dos profesores y un informático que siguen su labor en los poblados donde nacieron ayudando a otros como eran ellos.

Nos gusta preguntar a las participantes de Innovadoras TIC sobre las referentes femeninas que han tenido a lo largo de su vida, ¿quiénes han sido las tuyas y por qué?

Desgraciadamente, y esto es algo a lo que le doy vueltas mucho ahora que soy madre de una niña, yo no tuve ninguna referente femenina. Lo que tuve, fue la suerte de vivir con todo hombres (tengo 5 hermanos mayores) que me hizo no verme realmente como “mujer” y tener las misma inquietudes que mis hermanos, pero también tuve la inmensa fortuna de tener a mi madre como madre, que aunque ella es enfermera, es sin duda la persona más adelantada a su tiempo que conozco y siempre quería para mi todo lo nuevo, en cuanto a becas, viajes, carreras, campamentos… lo que propició un abanico de posibilidades que seguramente no tuvieron las chicas de mi generación. Así que mi única referente fue mi madre, que pintó mi futuro de muchos más colores.

Para acabar, te pedimos unas palabras para las niñas y mujeres que están leyendo esta entrevista y quieren dedicarse a carreras STEAM o emprender en el sector tecnológico.

Que no lo duden, que innovar es tener el futuro en tus manos, es hacer la vida más sencilla y fácil a mucha gente, es ayudar, es crear oportunidades, referentes… El mundo tecnológico no es tan frío como la gente piensa, hay mucho espacio también para la creatividad y los social, y en eso creo que las niñas/mujeres del futuro pueden aportar mucho. Así que reutilizo una frase que me gusta mucho decir:

“Pequeñas mías, sed valientes, guerreras, curiosas y osadas, haced lo que os haga felices y aprovechad la tecnología como la herramienta perfecta para cumplir vuestros sueños”.