Alba Silvente y Miriam González son ingenieras de Telecomunicaciones, desarrolladoras web y creadoras de contenido. Entre las dos dirigen el podcast No me da la vida, donde hablan de tecnología y dan visibilidad a más mujeres del sector tecnológico a través de entrevistas.

Alba y Míriam, nos gustaría saber un poco más sobre vosotras, ¿en qué momento decidisteis estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones? ¿Y por qué el desarrollo web?

Da la casualidad de que ambas elegimos la carrera de Telecomunicaciones un poco por descarte, cuando nos vimos en selectividad teniendo que elegir un futuro con la mayor salida laboral posible.

Alba siempre soñó con estudiar Ingeniería Aeronáutica, pero en su casa no había dinero como para ir a estudiar a otra ciudad y en su universidad no se impartía esta carrera, así que se decantó por Ingeniería de Imagen y Sonido en Telecomunicaciones.

En cambio, Míriam todavía no tenía muy claro qué quería ser cuando llegó el momento de elegir, aunque sabía que estaría relacionado con ordenadores. Así que fue tachando de la lista hasta escoger Ingeniería Telemática, otra rama de las Telecomunicaciones.

¿Y por qué el desarrollo web? Porque las dos siempre hemos tenido predilección por la tecnología y lo artístico a partes iguales, y el desarrollo web unía los dos mundos, por eso nos llamó más la atención en cuanto descubrimos su existencia. En específico el desarrollo front end, donde programamos la parte visual de las aplicaciones web y la interacción del usuario en ellas.

Además de desarrolladoras, sois creadoras de contenido y habéis creado el podcast “No me da la vida”, ¿cómo nace la idea de este espacio y qué podemos encontrar en él?

La idea surgió en plena pandemia a los pocos meses de conocernos en un evento tecnológico. Las dos creábamos contenido por separado y nos gustaba la idea de poder unir fuerzas y hacer algo juntas.

Un día, una de las dos sugirió que nuestras conversaciones de Telegram daban para podcast y esa fue la semilla de lo que es ahora “No me da la vida”, el podcast tech donde no aprenderás nada nuevo. Aunque bueno, en realidad sí que se aprende, sí.

Nuestro objetivo con el proyecto era salir del típico podcast de solo entrevistas, que de esos ya había muchos, y poder unir todos los formatos que nos gustaban y nos acercaran más a la comunidad tech. Por eso, decidimos dividir cada episodio en cinco secciones, cubriendo desde noticias tecnológicas, apps que descubrimos cada mes, historias de nuestros oyentes, entrevistas a personas del sector, hasta reflexiones sobre nuestro día a día.

Alba Silvente y Miriam González

En muchos de los episodios de vuestros podcasts entrevistáis a mujeres, diseñadoras, programadoras…  ¿Consideráis que es necesario que las mujeres tengan más visibilidad dentro del sector tecnológico?

Sí. Esto es algo que tenemos muy presente y por eso queremos aprovechar el altavoz que tenemos con el podcast para dar a conocer a más mujeres del sector, porque hay muchas entre nosotras pero faltan espacios seguros donde se sientan cómodas para hablar y compartir sus conocimientos y experiencias.

Aunque nos gustaría recalcar que solamente con nuestro trabajo, por desgracia, no es suficiente. Todas las personas que tienen un altavoz, como puede ser un podcast, un evento o un canal de YouTube, deben potenciar estos espacios seguros, para dar paso a nuevas generaciones de mujeres del sector y hacer nuestra comunidad más inclusiva día tras día.

¿Qué acogida ha tenido vuestro podcast en el mundo del desarrollo web? ¿Tenéis otros proyectos en mente?

No nos esperábamos para nada la gran acogida que está teniendo el podcast, ni la comunidad de gente estupenda que se crearía a su alrededor. Además que, para nuestra sorpresa, no solo nos escuchan personas del sector, sino que nos han llegado historias de oyentes que han decidido cambiar de oficio para venirse al mundo de la programación al escucharnos, ¡y eso es muy fuerte!

Respecto a nuevos proyectos, no vamos a negar que nos encantaría llevar a cabo mil ideas juntas alrededor de la comunidad de No me da la vida, pero de momento no nos da la vida para ello, valga la redundancia. ¡Aunque eso no quita que dentro de poco saquemos cosas nuevas!

Ambas habéis estudiado Ingeniería, una carrera en la que la mayoría de matriculados aún son hombres, ¿cómo fue la experiencia para vosotras? ¿Creéis que habéis tenido que esforzaros más en algún momento para que se reconociera vuestro trabajo?

A ambas nos influyó mucho que en la carrera la mayoría de compañeros fueran hombres, aunque en ese momento ninguna de las dos fuera consciente. Al estar siempre rodeadas de hombres nunca tuvimos grandes referentes femeninos que nos guiaran en el camino. Fue al empezar a trabajar cuando empezamos a descubrir compañeras y a darnos cuenta de que no estábamos solas y que había más mujeres de lo que nos habían vendido.

En cuanto a la cultura del esfuerzo, podemos decir que es algo que las mujeres parece que tenemos más interiorizado, ya que en nuestro entorno no tenemos el mismo margen de error. Al tener menos oportunidades para lograr nuestros objetivos no tenemos otra que esforzarnos al máximo y no nos planteamos ser mediocres, aunque nos gustaría que en un futuro esto cambie y tengamos las mismas oportunidades para poder decidir quiénes queremos ser.

Contadnos algo que os defina como equipo: una palabra, una experiencia, un adjetivo… y por qué.

Unicornio, si hay algo que nos representa como equipo es el ser mitológico capaz de aparecer en cualquier circunstancia, ya sea seria, divertida, profesional, juvenil… y nosotras no somos más que un popurrí de todo eso.

Nos gustaría que nombréis a alguna referente femenina que habéis tenido a lo largo de vuestra vida, ¿quiénes han sido y por qué?

Para Míriam, dos pilares importantes en su camino en el mundo tech son Marina Aisa, por enseñarle que se pueden combinar diferentes áreas del sector, y Diana Aceves, por empoderarla a perseguir sus objetivos y tomar sus propias decisiones.

Para Alba, las mujeres que más cambiaron el rumbo de su carrera fueron Sara Vieira, por demostrarle que podía llegar a ser una gran desarrolladora y arquitecta de software, y Debbie O’brien, por darle a conocer el mundo de la creación de contenido y enseñarle que también te lo puedes pasar fenomenal trabajando.

PD: Alba y Míriam, respectivamente, también son referentes la una para la otra.

Para terminar, ¿qué consejo daríais a esas niñas y mujeres que están leyendo esta entrevista y quieren dedicarse a carreras STEAM?

Intentad rodearos de mujeres y apoyaos entre vosotras, no os rindáis, no os subestiméis, cuidad vuestra salud mental y tened paciencia, porque es una carrera a largo plazo donde nunca dejaréis de aprender.