Esther Elías estudió Psicología, se ha especializado en Administración de Empresas y trabaja como headhunter para startups y compañías digitales en una consultora de RRHH. Es fundadora y CEO de FunTech Rocket, una metodología online para que niñas y niños aprendan a programar mediante juegos. Además, es Mentora en el programa STEM Talent Girl, de la Fundación ASTI, un proyecto educativo que fomenta la vocación científico-tecnológica entre las jóvenes.

Esther, estudiaste Psicología y más tarde un MBA (Master en Administración de Empresas), ¿Qué te hizo interesarte por el mundo empresarial?

El mundo empresarial me ha interesado desde muy pequeñita. De hecho, en mi casa fue una sorpresa cuando dije que iba a estudiar Psicología, ya que pensaron que me decantaría por ADE. Ahora bien, la combinación Psicología + MBA está siendo súper útil de cara a afrontar este proyecto.

¿Cómo está cambiando el perfil de personas candidatas en puestos tecnológicos? ¿Crees que veremos en un futuro cercano a más mujeres estudiando y trabajando en este sector?

He trabajado durante casi 10 años montando equipos en startups y empresas tecnológicas y he podido ver cómo los conocimientos de programación han pasado de ser exclusivos de programadores a estar presentes en todas las posiciones. La tecnología está presente en cualquier posición, a día de hoy. E irá cobrando más importancia en todos los puestos con el paso de los años, de ahí que los conocimientos de programación y tecnología se conviertan en la habilidad del futuro y los que marcarán la diferencia. 

En cuanto a la brecha de género, hay mucho trabajo aún por hacer, aunque poco a poco cada vez se va visibilizando más que los puestos tecnológicos no son exclusivos del género masculino.

Esther Elías

Eres fundadora y CEO de FunTech Rocket, un programa con una metodología virtual para que niñas y niños aprendan a programar. ¿Cómo nace esta idea y de qué manera funciona?

Nace de una necesidad que detecto tras trabajar durante casi 10 años en selección de personal. Aquí pude observar directamente cómo los conocimientos de programación ya no eran algo exclusivo de los programadores, sino que están presentes en todas las profesiones: marketing, finanzas…

Los candidatos que tenían esas habilidades digitales y conocimientos de programación, eran claramente los «favoritos» y los que más posibilidades tenían para ser contratados. Y si eso es así ahora… ¡Imagínate en unos años!

Tanto profes como familias eran conscientes de la necesidad e incluso los expertos lo dicen: “cuanto antes empiecen a programar, mejor”.  Viendo que no había ninguna plataforma de referencia en España que brindase aprendizaje flexible, estructurado, gradual, autónomo y mediante juegos me dije: ¿por qué no crearla?

La mayoría de los puestos de trabajo del futuro próximo aún no existen. ¿Será la programación una habilidad indispensable ?

¡Sin duda! En febrero me invitaron a dar una charla en un despacho de abogados, y cuál fue mi sorpresa cuando hablando con ellos me comentaron que en el despacho les estaban impartiendo cursos para aprender a programar. ¡A abogados!

Los conocimientos de programación y tecnología serán (si no lo son ya) los que marquen la diferencia en el futuro, como lo han marcado para mi generación los conocimientos de inglés. La que se nos viene es brutal. 

Las niñas y niños pueden aprender a programar desde edades muy tempranas, su plasticidad cerebral es increíble. ¿Por qué no aprovechar ese beneficio?

¿Qué impacto real está teniendo la corriente EdTech en España?

De todos los sectores, el educativo es al que más le ha costado avanzar al ritmo que ha avanzado el mundo y digitalizarse. Ha tenido que llegar una pandemia mundial para potenciar ese desarrollo. Ahora bien, la corriente EdTech es imparable, con proyectos de una calidad inmensa que contribuyen al desarrollo educativo de las personas de manera considerable.

Desde FunTech Rocket organizáis, en colaboración con Inspiring Girls, un concurso para que las niñas desarrollen soluciones  que den respuesta a problemas cotidianos usando la tecnología. ¿Podrías compartir algún ejemplo de estas soluciones?

Conscientes de la brecha de género en el ámbito tecnológico, para nosotras es muy importante poner nuestro granito de arena y contribuir a disminuirlo.

Por eso tendemos a contribuir con asociaciones con las que coincidimos en valores y objetivos, como es Inspiring Girls o STEM Talent Girl.

Con Inspiring Girls hemos participado en dos proyectos: un concurso en el que, a través de la presentación de un proyecto había 10 ganadoras que obtenían una suscripción gratuita a FunTech Rocket, y realizando talleres gratuitos de iniciación a la programación en coles.

Como mujer emprendedora que ha lanzado su propio proyecto, ¿Cuál es el reto más complicado al que te has enfrentado y cómo lo has sorteado?

Convertir una idea en un producto tecnológico y comercializarlo. Cerrar una ronda de inversión, contratar equipo y conseguir materializar el producto que tenías en mente y que la gente lo compre. Ha sido muy duro, pero a la vez muy satisfactorio. Y, por supuesto, nada habría sido posible sin el equipo.

Hablemos de futuro, ¿dónde te gustaría llegar con FunTech Rocket en los próximos años? ¿Cuáles son tus objetivos?

Ahora mismo estamos presentes en España en canal B2C. Nuestro objetivo es expandirnos internacionalmente, así como construir la plataforma B2B para que pueda enseñarse programación y tecnología en los colegios.

¡Queremos convertirnos en la comunidad número uno de aprendizaje de programación y tecnología para niñas y niños y en el método de referencia a nivel mundial! 

También sirves de inspiración a otras niñas y adolescentes desde STEM Talent Girls, ¿quiénes fueron para ti las mujeres que te han inspirado a llegar donde estás hoy?

De cuando era pequeña me cuesta elegir un referente profesional femenino como tal, aparte de mi madre, que más que mi referente, he tenido la suerte de que me ha inculcado una confianza brutal para conseguir todo lo que me proponga, siempre creyendo en mí y respetando y apoyando mis decisiones, sin cortarme las alas. Y créeme que eso se refleja ahora un montón. (He de decir que esto lo he tenido en mi padre también).

Ahora bien, a medida que me he ido adentrando en el mundo profesional, sí que puedo nombrar dos referentes femeninos: Susana Voces y Laura Urquizu. Sus carreras profesionales me parecen brutales, así como su fuerza y liderazgo. Me inspiran muchísimo.

¿Recuerdas alguna experiencia o un momento que se te venga a la mente que te hiciera darte cuenta de que te querías dedicar a esto?

Siempre me ha encantado el mundo del emprendimiento, incluso de pequeña jugaba con amigas a cosas relacionadas con tener una empresa. El más gracioso: con mi mejor amiga jugábamos muchísimo a tener un negocio de ropa interior, donde creábamos los productos, atendíamos a las clientas, vendíamos, y al final hacíamos las cuentas para ver cuánto habíamos ganado jajaja. Y a esto jugábamos con 8 años o así.

Ahora bien, de cara a dar el paso de montar algo en la realidad, siempre he sido muy conservadora. Se me han ocurrido cientos de ideas que, tras una exhaustiva investigación, siempre encontraba algo que no me convencía a dar el paso. Excepto con FunTech Rocket, que no pude estar más convencida de la necesidad.

¿Qué consejo darías a las niñas y mujeres que están leyendo esta entrevista y, como tú, quieren dedicarse a carreras STEAM o emprender en el sector tecnológico?

Que vayan a por ello. Que estudien aquello que les lleve al trabajo que les haga felices. Y que no se dejen guiar por las convenciones sociales, las profesiones tecnológicas son también para las mujeres. Y no me cabe duda que llegarán lejísimos.